Salesianos de Don Bosco (SDB)

- ¿Sientes que Dios te puede estar llamando a la vida religiosa?
- ¿Deseas caminar con los jóvenes hacia Cristo?
- ¡Entonces los Salesianos de Don Bosco son para ti! Una organización mundial fundada por San Juan Bosco, los Salesianos son la segunda orden religiosa católica más grande del mundo. ¿Te identificas con algunas de nuestras características clave como Salesianos? (Fuente: Const. Arts:10-20)
- Una preocupación especial por el bienestar de los jóvenes dondequiera que estemos.
- Bondad amorosa y actitud acogedora, vividas con apertura, cordialidad, disposición a dar el primer paso y a hacer que los demás se sientan cómodos con nuestra amistad, respeto y paciencia.
- Optimismo y alegría. No hay lugar para el desánimo ante las dificultades, sino para una aceptación serena y tranquila de todo lo bueno.
- Trabajo y templanza o aprender a equilibrar la energía incansable y el trabajo duro con la sencillez y la moderación. También significa saber controlar los impulsos del corazón para mantener la serenidad y la serenidad.
- Aceptación de la rutina diaria con alegría. «Aquí hacemos que la santidad consista en cumplir con nuestro deber con alegría».
- Creatividad y flexibilidad: características de la presencia salesiana en nuestras obras entre los jóvenes.
- Una perspectiva realista de la vida unida a nuestra atención a las impresiones del Espíritu manifestadas a través de los signos de los tiempos.
- Nuestro método educativo – “El Sistema Preventivo” – es un sistema basado enteramente en la razón, la religión y la bondad amorosa, una experiencia espiritual y educativa única de trabajo con y a través de los jóvenes para su salvación y la nuestra.
- La profunda confianza en Dios y la escucha constante de su voluntad son los cimientos espirituales de nuestra labor. De esta manera, nos esforzamos por mantener viva nuestra colaboración en la acción creativa y amorosa de Dios en la historia.
Sacerdotes
Un sacerdote salesiano está llamado a ser signo de Cristo, el Buen Pastor. Un gran número de salesianos han sentido la llamada al sacerdocio. Trabajando junto con el salesiano coadjutor, el sacerdote salesiano es ordenado para atender las necesidades de los jóvenes a quienes es enviado. Su mayor don es llevarles los sacramentos, especialmente la Reconciliación y la Eucaristía.

Él es, ante todo, su maestro en la fe de la Iglesia Católica. Como líder espiritual de su generación, el sacerdote salesiano está específicamente capacitado para sintonizar con las necesidades e intereses de los jóvenes y presta atención a su anhelo particular de comprensión, amor y guía. Siempre joven de corazón, ¡se convierte en su amigo!
Es frecuente encontrar a un sacerdote salesiano en todo tipo de ambientes recreativos con los jóvenes, involucrandolos en sus actividades de tiempo libre y ayudándolos a prepararse para el futuro a través de una sólida educación cristiana con valores que durarán toda la vida.
Ayuda a los jóvenes a desarrollar una vida espiritual, para que se conviertan en parte integral de la iglesia local. El sacerdote salesiano acerca la Iglesia a los jóvenes mediante su presencia en escuelas, parroquias, centros juveniles, casas de retiro y en cualquier actividad valiosa donde se encuentren jóvenes.
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Hermanos
Los Hermanos Salesianos se comprometen a seguir la llamada de Cristo, que acoge a los jóvenes y a los pobres en su comunidad. Como miembro consagrado de la comunidad salesiana, cada Hermano aporta sus propios talentos, dones y personalidad al servicio de la Iglesia.

Comparte el mensaje evangélico de esperanza y vida con los jóvenes a quienes atiende. Se une a otros sacerdotes, hermanos y hermanas salesianos profesos en la visión y el sentido de la vida en un entorno comunitario. Viviendo como miembros de la Familia Salesiana, aportan responsabilidades, talentos y experiencias apostólicas para servir y educar a los jóvenes del mundo.
Como salesiano, el Hermano es ante todo un educador, dedicado por voto al desarrollo integral de los jóvenes y la clase trabajadora. A través de su ministerio en la iglesia, la escuela o el patio de recreo, el Hermano se acerca y enseña a los jóvenes mediante la música y el teatro, el arte y la tecnología, el deporte y la educación, la orientación o los medios de comunicación. Sin embargo, la lista de actividades de los Hermanos es tan ilimitada como sus talentos y las necesidades de los jóvenes a quienes el Evangelio y sus votos los llaman a servir. Como miembro de la comunidad salesiana, el hermano recibe su misión de la Iglesia y de Don Bosco. Al hacerlo, vive su vocación bautismal.
Los laicos de la Sociedad Salesiana llevan el Evangelio de forma convincente a lugares donde los sacerdotes no podrían llegar. En la educación técnica, en centros de crisis, en zonas de recreo urbanas y en la orientación, el Salesiano Coadjutor se identifica fácilmente con la vida de los jóvenes y está llamado a ayudarlos a experimentar y responder al amor de Cristo.
Como testigo de fe, un Hermano Salesiano reconoce la bondad y el valor de los jóvenes a quienes está llamado a servir. Es un hombre que actúa como signo del amor de Dios por ellos.
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